-El tiempo pasa muy deprisa y poco a poco voy notando el peso de los años pero es algo que no me quita el sueño porque cada día aprendo cosas nuevas; disfruto muchísimo preparando platos que nunca había comido y mucho menos cocinado.
-Digo que el tiempo vuela porque ya estoy publicando otra receta del #Retoasaltablogs, esta vez el robo ha sido en el blog de Rebeca con un delicioso Risotto de champiñones con cebolla y ajo negro. -He hecho unos ligeros cambios pero más rico no podía estar.
Ingredientes:
300 gr. de arroz
300 gr. de setas variadas
1 diente de ajo
1 cebolla morada (o normal)
4 dientes de ajo negro
40 gr. de parmesano en polvo
900 ml. caldo de verdura
pimienta negra
sal y aceite de oliva
-En una cacerola ponemos un poco de aceite de oliva, picamos finamente la cebolla y el ajo y rehogamos a fuego suave con un poco de sal.
-Ponemos el caldo al fuego, calentamos y mantenemos caliente mientras vamos cocinando el arroz.
-Cuando la cebolla este pochada, añadimos los ajos negros picaditos. Removemos y añadimos las setas. Yo puse champiñones laminados finamente, setas shitake y níscalos que tengo congelados de la ultima recolección.
-Ir sofriendo y cuando veáis que ya están en su punto, echamos el arroz; removemos para que se mezclen los sabores y añadimos un cazo del caldo y la pimienta negra molida.
-Cocinar a fuego suave y cuando se haya evaporado el caldo, añadimos otro cazo. Hay que ir removiendo para que el arroz suelte el almidón.
-Cuando veáis que el arroz está en su punto (dependiendo del arroz que uséis, tardará entre 15 y 22 minutos), echamos el queso y removemos hasta que se mezcle todo.
-Servir espolvoreado de perejil o cebollino picado por encima.
-Se puede servir directamente en el plato, pero tenia este molde de emplatar sin estrenar y me ha hecho ilusión usarlo, que para eso lo compré ¿no?.
-El caldo si no hace falta no hay que ponerlo todo, en los ingredientes he puesto cantidad suficiente para que no falte. Si os sobra, podéis congelarlo para otra ocasión.
-Nunca había probado ninguna clase de risotto y ahora me pregunto como he podido vivir sin él.